A pesar de que la mujer lo ha tenido difícil para destacar en algunos campos a lo largo de los tiempos, hay algunas que sí han podido estampar su firma en el libro de oro de la historia, en este caso de la historia de la ciencia. Ya desde épocas tan lejanas como el siglo XII antes de nuestra era, con Agamede dedicándose a la medicina, tenemos noticias de mujeres destacando en el ámbito científico. Sabemos que el genio de Grecia condenaba sin embargo a la mujer a ser una subsidiaria, pero en los estertores del mundo grecorromano floreció la astrónoma y matemática Hipatia, cuya figura ha sido recordada en nuestros días gracias a las pantallas cinematográficas. Hipatia, que era además consumada inventora de artilugios científicos, fue también uno de los primeros mártires de la ciencia, sufriendo en carne propia la intolerancia de la masa poseída por un funesto furor religioso. A decir verdad, la relación entre las mujeres y la astronomía, más allá del caso de Hipatia, resulta significativa. Si a finales del siglo XVII un porcentaje no desdeñable de astrónomos alemanes eran mujeres, un siglo más tarde el célebre astrónomo William Herschel recibió la ayuda constante e impagable de su hermana Caroline, a la que le corresponde por derecho propio el descubrimiento de varios cometas. Otra astrónoma famosa fue Maria Mitchell (1818-1889), la primera mujer miembro de la Asociación Americana para el Avance de las Ciencias.
Fuera de la astronomía, no menos relevante resulta el caso de las Curie. La madre, Marie Curie (1867-1934), nacida en Varsovia, fue la primera mujer en lograr el Premio Nobel (de Física) en 1903. Cuando en 1911 se le concedió el de Química, se convirtió asimismo en la primera persona en recibir dos. Por su parte, su hija Irene también fue galardonada con el Premio Nobel de Química en 1935. La serie de mujeres científicas no se agota tan prontamente. A modo de simple enumeración, recordemos algunas pocas más: Aglaonike y Agánice: matemáticas (Antigüedad); María la Judía, alquimia y química (s. II); Marie Colinet, medicina (s. XVI); Elisabeth Korpmann, astronomía (s. XVII); Maria Gaetana Agnesi, matemáticas, (s. XVIII); Emilie du Chatelet, física y filósofa (s. XVIII); Sophie Germain, matemáticas (s. XVIII-XIX); Mary Sommerville, botánica (s. XVIII-XIX); Ada Byron Lovelace, matemáticas (s. XIX); Cornelia Clapp, zoología (s. XIX-XX); Henrieta S. Leavitt, astronomía (s. XIX-XX); Margaret Mead, antropología (s. XX); Anna Freud, psicoanálisis (s. XX). (Fuente consultada: Sobre Curiosidades - Souto Alves)
Interesante aportación... Qué bueno es recordar a las que nos han precedido y enseñado.
ResponderEliminarLa verdad es que la mujer lo ha tenido difícil en un mundo controlado por los hombres. Han tenido que ser muy buenas en lo suyo para sobresalir.
ResponderEliminarUn saludo.
Buena entrada. Como científico siempre me agrada leer sobre Historia de la Ciencia.
ResponderEliminarSi me lo permites, yo añadiría dos ejemplos de mujeres científicas en el último siglo:
Emmy Noether: matemática alemana que trabajó en algebra y teoría de grupos (y que la recuerdo por todo el trabajo que me dió cuando estuaba la carrera). Esta mujer tiene como anécdota su buena relación con Albert Einstein, el cual escribió personalmente su epitafio cuando falleció.
Lise Meitner: física alemana pionera en la física nuclear y el estudio de la estructura interna de los átomos. Tuvo la "desgracia" de ser judía en el peor momento, por lo que tuvo que huir en varias ocasiones de Alemania, gracias a la ayuda de Niels Bohr en Copenhague. Su trabajo junto con Otto Hanh valió un Premio Novel, pero sólo se lo dieron a éste. Por ello el premio de ese año se considera injusto ya que debió ser concedido también a Meitner, pero al parecer la Academia Sueca no se quiso "mojar" y conceder el premio a una mujer judía.
Un saludo!
A mi me vendria bien una de esas mujeres sabias que me dijeran qué puedo hacer para solucionar los problemas con mi blog, que es que desde ayer si intento subir algo nuevo el explorer me desplaza la columna lateral hacia abajo, y no se como evitarlo.
ResponderEliminarFeliz tarde
Bisous
Y qué poquito se nos enseña de ellas, verdad? Me ha gustado esta entrada, sí señora.
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