En el primer año de la II Guerra Mundial, los soldados británicos tuvieron que enfrentarse, además de a los alemanes, a la inexperiencia propia de los inicios de un conflicto de estas características. El diseño de los uniformes respondía a las necesidades del camuflaje, pero las autoridades militares olvidaron un pequeño detalle.
Mientras que la ropa militar era de color caqui, las prendas interiores y los pañuelos conservaban las características de la vestimenta civil, es decir que lucían un impoluto color blanco. Mientras permaneciesen en el cuartel no existía ningún problema, pero en el campo de batalla era muy diferente. Cuando un grupo de soldados británicos ocultos en un bosque decidían poner su ropa a secar, el color blanco de sus calzoncillos y camisetas lograba alertar de inmediato a un observador enemigo atento.
Después de sufrir algunas experiencias desagradables, los soldados pidieron que su ropa interior también fuera del mismo color que el uniforme, una petición que fue aceptada. Las autoridades pusieron un gran cuidado en proteger a sus tropas, por lo que se decidió también ¡que el papel higiénico fuera de color caqui! Se llegó incluso al extremo de confeccionar los paños para limpiar las gaitas de los regimientos escoceses en ese mismo color.
Aunque la mayoría de ejércitos adoptaron este tipo de medidas, hubo un Cuerpo que tenía el curioso privilegio de mantener el color blanco en sus prendas interiores. Se trataba de los marines norteamericanos.
Aunque se desconoce si algún observador japonés localizó algún grupo de marines por esta razón, la realidad es que un grupo de ellos salvó la vida en la isla de Guadalcanal en noviembre de 1942 gracias al color blanco de sus camisetas. Estando rodeados por tropas niponas, y sin posibilidad de llegar a la zona controlada por los norteamericanos, dibujaron un enorme HELP (socorro) en un claro de la jungla, formando las letras con sus camisetas extendidas.
Esta llamada de auxilio fue vista desde un avión que sobrevolaba la zona, lo que permitió enviar las tropas necesarias para rescatarlos. En este caso, sí que importó lucir la ropa interior luminosamente blanca.
Fuente:
Mundo Historia
Ay, por favor, yo me troncho. Nunca hubiera imaginado que el color de la ropa interior pudiera suponer tanto problema en tiempos de guerra!
ResponderEliminarMuy bueno, madame. Ha estado divertidisimo.
Feliz dia
Bisous
Además el caquis disimulaba más las posibles manchas que pudiesen surgir en tan difíciles días para la higiene jejeje
ResponderEliminarCon el color caquis se disimula muy bien todo .jajaja
ResponderEliminarEstaban atento a todo !
Besos desde Málaga.
Como dice el amigo Carolvs: la ropa interior de color disimulaba también los efectos que la descomposición intestinal originaba entre los soldados. No hay que olvidar que hay un dicho popular que es, literalmente, "cagarse de miedo".
ResponderEliminarUn saludo.
Como iba a decir casi lo mismo, pues me callo, que esto ya huele... jejeje.
ResponderEliminarSaludos.
Jaja, me ha causada mucha gracia.
ResponderEliminarEste es el arte del camuflaje, jaja.
Un saludo.