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28 de junio de 2010

Las vivencias espirituales durante el Siglo de Oro

Pocas épocas han vivido una tensión emocional y espiritual tan intensa como el Siglo de Oro. La contrarreforma, reacción de la Iglesia Católica contra la reforma protestante, cobró en España caracteres singulares. A las directrices del Concilio de Trento se sumaba la acción de la Inquisición. La espiritualidad y el sentimiento religioso alcanzaron durante estos siglos una extraordinaria complejidad y riqueza.

Encontramos una sorprendente amalgama de modos de sentir la piedad que en ocasiones son francamente contradictorios. Desde el espíritu militante de la Compañía de Jesús, que adopta unas formas de expresión combativas, fiel reflejo de la contrarreforma, al intimismo místico, búsqueda personal e individualizada de una unión trascendente con Dios. Asimismo cobraron gran auge en aquella época los comportamientos extremos o desviados.
En los escándalos a que daban lugar estos modos de proceder se aludía con frecuencia a la complicidad del diablo, lo que nos lleva a otra constante en la religiosidad del Siglo de Oro, la obsesión por el diablo; aunque no fue, ni mucho menos, algo exclusivo de la espiritualidad española, sino que estuvo extraordinariamente extendida por toda Europa.

En estrecha relación con el diablo están los innumerables casos de brujería y posesión diabólica, que daban lugar en el primer caso a persecuciones implacables que terminaban en multitudinarios Autos de Fe, donde se juzgaba y ejecutaba a los culpables de prácticas brujeriles, y en el segundo caso, a la actuación de exorcistas para expulsar a los demonios de aquellas personas de las que se habían poseído. El propio rey Carlos II fue objeto de exorcismos, pues se llegó a considerar que las enfermedades que padecía y sus dificultades para engendrar un heredero se debían a un fenómeno de posesión diabólica.

Hoy sería posible valorar lo que fue la espiritualidad española en el Siglo de Oro a través de la obra de sus pintores y escultores, ya que sirvió de soporte a las directrices marcadas por la Iglesia Católica en el terreno de las prácticas religiosas. Se buscó, frente al intimismo protestante, una religión colectiva y volcada hacia el exterior, siendo el objetivo básico proyectar fuera de los templos las vivencias religiosas e incluso llegar a establecer una relación entre lo religioso y los quehaceres y realidades de cada día.

En este terreno, Ribera, el gran artista valenciano, pintó una larga serie de imágenes de santos que, captados en el momento más doloroso de su martirio, resultaron ser magníficos objetos de la devoción popular.

Ribera

Por su parte, los pinceles de Zurbarán reflejaron de forma insuperable otra de las más importantes realidades religiosas: el misticismo y la proliferación de las órdenes regulares, tan abundantes que en el siglo XVII se pusieron numerosos obstáculos a la fundación de nuevos conventos.

Zurbarán

Otro de los grandes temas pictóricos fue la Inmaculada Concepción, cuya defensa llegó entonces hasta el punto de convertirse en una cuestión nacional; en España la Concepción Inmaculada de María fue asumida como dogma de fe antes de ser declarada como tal por la Iglesia. La imagen de la Inmaculada se convirtió en tema obligado para pintores y escultores, y Murillo simbolizó como nadie estos sentimientos de devota piedad.

Murillo

Las procesiones como manifestación de sentimientos religiosos y de fervor popular que, además, estaban apoyadas por la jerarquía eclesiástica recibieron un notable impulso, cobrando en el tránsito del siglo XVI al XVII un inusitado vigor. Constituían un espectáculo a cielo abierto en el que participaba casi la totalidad de la población y cuyo centro era una imagen, por lo general escultórica, que se sacaba en procesión.
A la escultura española del barroco se le suele dar el nombre de imaginería por su abundante producción de imágenes religiosas. Desde un punto de vista material se trata de tallas en madera policromada cuya fuerza expresiva era muy grande.

Imaginería barroca

La muerte resultó extremadamente familiar a los españoles del Siglo de Oro. La Iglesia luchó por todos los medios contra determinados excesos vitalistas, defendiendo que la vida era un valle de lágrimas y en todo caso una preparación para el más allá al que todos debían llegar en las mejores condiciones. También la muerte, como los santos, los frailes o la Inmaculada, tuvo su pintor: es el sevillano Valdés Leal, quien vivió, siendo joven, la terrible mortandad que la peste causó en su ciudad y esta experiencia debió de marcarle de forma indeleble. Sus cuadros son una crítica demoledora a las vanidades terrenales.

Valdés Leal

Lo cotidiano de la muerte a lo largo del Siglo de Oro permite hablar de una cultura "necrófila"; pero como reacción a esta presencia continua de lo macabro, la vida se mostró también en todo su esplendor, como una auténtica fiesta.


Fuente:
Así vivían en el Siglo de Oro - José Calvo


3 comentarios:

  1. lo mas bueno de esa epoca, según mi opinión, no era la literatura, sino la pintura!

    Revisa mi blog, te he dado un premio
    Saludos

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  2. Era una época convulsa, llena de guerras de religión e influenciada por el espíritu de la Contrarreforma. Una época de esplendor para el arte y la literatura. La religión y el poder absoluto de los monarcas lo ocupan todo.
    Un saludo.

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  3. La verdad es que es muy difícil valorar si la pintura alcanzó una calidad superior a la literatura.

    Soy profe de literatura española de los siglos de oro y, entre otras joyas, en esa época España aporta nada más y nada menos que el inicio de la novela moderna (El Lazarillo, el Quijote) y del teatro moderno (Lope de Vega). Lleva la poesía a su extremo de sofisticación retórica (Góngora) y de capacidad burlesca (Quevedo, Góngora). En fin, la lista es larga y está llena de "oro".

    Eso sí, un estudiante estadounidense de mi clase me confesó que le sorprendía mucho, en comparación con este esplendor artístico, el poco renombre de las aportaciones científicas de aquella España. ¿Qué opinan de eso?

    Todas estas discusiones las hemos ido hilando en una red de blogs. Pueden echarles un vistazo y comentarlos: http://siglosdeoroudla.blogspot.com/
    Sergio

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