Las legiones romanas

El término legio es coetáneo a la fundación de Roma y siempre se refiere a un cuerpo de tropas, que aunque dividido en varios de menor tamaño, se considera que forman un todo organizado. No se puede considerar equivalente a un regimiento, en la medida en que figuran tropas de todas clases; infantería, caballería e incluso artillería. Podía ser considerado como un ejército completo, pero el número de soldados pertenecientes a una legión se fijaba dentro de cierto límite, nunca superior a los 6.000 hombres. Cuando la guerra se llevaba a cabo a gran escala, un sólo ejército, bajo el mando de un general, con frecuencia estaba formado por dos, tres o más legiones, además de un gran número de auxiliares de distintas denominaciones. Durante muchos siglos la legión se compuso exclusivamente por ciudadanos romanos. Alrededor del 390 a.C. después de la quema de Roma, los dirigentes del Imperio tuvieron que desarrollar nuevas tácticas poco convencionales para derrotar a los atacantes. La flexibilidad de la legión romana derrotó a la formidable falange griega que hasta entonces había dominado en el campo de batalla. El efecto de la legión romana en la guerra es indiscutible. Roma sometió a las "invencibles" falanges macedonias utilizando nuevas tácticas y organización, contra un verdadero ejército en formación. Las unidades del ejército romano estaban pensadas para poder desplazarse con ligereza y rapidez, y muchos de los soldados poseían conocimientos en varias especialidades. Tuvieron un gran éxito en las conquistas de toda Europa y África. Las legiones de la Antigua Roma llevaban estandartes en forma de águila, y se les otorgaban "apodos" para conmemorar su distinción en las campañas militares. En el año 58 a.C. César tenía seis legiones, y diez en el 53. Todas eran numeradas de acuerdo a la fecha de reclutamiento. La campaña de Trajano contra los partos, amplió el Imperio Romano hasta su máxima extensión. Después de su muerte en el año 117, su sucesor, Adriano, realizó movimientos defensivos para proteger el imperio existente. En ese momento el ejército romano constaba de cerca de 28 legiones, con unos 160.000 legionarios, junto con una fuerza adicional de unos 220.000 hombres pertenecientes a tropas auxiliares de diferentes tipos. Los romanos alcanzaron un gran desarrollo del personal militar. La guerra era muy compleja, por lo que se requerían estructuras de organización complejas. Tan eficaz fue la organización romana del personal, que todavía sirve de modelo para los ejércitos modernos. Todos los oficiales superiores contaban con personal administrativo responsable de la documentación, y el ejército romano, igual que los ejércitos modernos, generó un gran número de archivos permanentes. Cada soldado tenía un expediente administrativo que contenía su historial, premios, reconocimientos médicos, registros de formación, estado de sus finanzas personales y registros de pago. La organización militar romana funcionaba como un moderno funcionariado. Los comandantes militares frecuentemente ofrecían grandes banquetes en honor de sus soldados. En estas reuniones se celebraban las victorias, se recordaban hazañas pasadas y se repartían el botín de las recientes conquistas.

Indumentaria de un legionario romano