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8 de junio de 2009
Aníbal
General cartaginés que vivió entre los años 247 y 182 a.C.
Aníbal es conocido principalmente por sus esfuerzos en la segunda Guerra Púnica, pero fue igual de importante el papel que desempeñó en la conquista del sureste de Hispania en el año 220 a.C.
Fue hijo de Amílcar Barca y comenzó a seguir a su padre en sus campañas a la temprana edad de 9 años, cuando se planteó la conquista de Hispania.
Desde los 18 hasta los 25 años, actuó como jefe militar bajo las órdenes de su cuñado Asdrúbal, intentando consolidar y extender el poder cartaginés en Hispania. Con la muerte de Asdrúbal en el 221 a.C., Aníbal fue elegido nuevo comandante en jefe. Bajo su control, los cartagineses hicieron grandes avances territoriales; pero fue con la conquista de Saguntum (Sagunto) en el 218 a.C., que se enfrentaron con el ejército romano. Los romanos alegaban que esta conquista suponía la violación de un tratado existente entre Roma y Cartago, y exigían a Aníbal su devolución. Éste se negó, lo que dio origen a la segunda Guerra Púnica.
Aníbal emprendió su legendaria marcha en Cartago Nova (Cartagena) en el año 218 a.C. En primer lugar cruzó los Pirineos. Más tarde atravesó los Alpes a través de estrechos y peligrosos desfiladeros de hasta 2.000 metros de altura sobre el nivel del mar, aunque el punto exacto por donde cruzó no se conoce.
Aunque perdió a muchos hombres de su ejército durante esta marcha a causa de tormentas de nieve, deslizamientos de tierra y ataques de las tribus locales, Aníbal logró contratar nuevo personal a lo largo de la ruta. Se cree que perdió unos 15.000 hombres en toda la campaña.
Aníbal pronto suprimió a las poblaciones locales del norte de Italia. Primero fueron los taurini, luego los Ligurios y las tribus celtas al norte del río Po. Las victorias del cartaginés en Ticinus y Trebia en el año 217 a.C., pusieron de manifiesto la insuficiencia de los ejércitos de Roma. Poco después, invadió el territorio romano pero nunca se acercó a menos de 150 kilómetros de Roma.
Aníbal se enfrentó al general romano Quinto Fabius, cuya principal estrategia consistía en evitar batallas decisivas, pero que logró mantenerlo lejos de Roma. Con el paso de los años la moral de los cartagineses iba decayendo y los recursos escaseaban, mientras que Roma había reconstruído su fuerza militar.
Después de algún tiempo, el gobierno cartaginés dejó de enviar refuerzos. Cuando finalmente Aníbal atacó Roma en el 211 a.C., batalla que terminó en fracaso, muchos de sus aliados desertaron. En el 207 a.C., su hermano Asdrúbal trató de ayudarlo pero fue detenido por el ejército romano.
En el año 203 a.C., Aníbal fue convocado de nuevo a Cartago. A su regreso, Cartago se enfrenta a Roma en muchos frentes. Pero en la decisiva batalla de Zama, las tropas de Aníbal huyen al verse frente a un ejército demasiado poderoso. Esta derrota supuso el final de la guerra y dejó a Roma como la fuerza más poderosa.
En el 196 a.C., Aníbal se convirtió en magistrado o jefe de Cartago, y se hizo cargo de la economía cartaginesa con el fin de ponerla a un nivel que le permitiese reanudar las luchas contra Roma.
Los romanos reaccionaron a sus evidentes ambiciones expulsándolo de Cartago. Aníbal huyó entonces a Siria, a la corte de Antioco III. Antioco luchó junto a él contra Roma pero fue derrotado; entonces el cartaginés huyó a Creta y más tarde a Bitinia.
Volvió a ser derrotado, pero esta vez en lugar de rendirse se suicidó ingiriendo veneno.
¿Sabes si los 15.000 hombres los perdió en toda la campaña contra Roma o sólo en la marcha a través de los Alpes?
ResponderEliminarAhí me has pillado... Yo diría que fue en el trayecto entre Cartago y Roma, pero no te lo puedo asegurar.
ResponderEliminarPor cierto que cuando estudiaba no tenia ninguna debilidad por el personaje, pero la aficion empezo despues de leer la maravillosa novela de Gisbert Haefs sobre el.
ResponderEliminarLa conoce, madame? Es para no perdersela.
Bisous
No he leído esa novela, pero apuntada queda.
ResponderEliminarMe admira este personaje porque fue capaz, sin amilanarse, de enfrentarse a la civilización más organizada y potente de su tiempo. Atravesar los Alpes con elefantes debió ser una auténtica Odisea. Para mí, Roma tuvo suerte de no ser atacada rápidamente. No sé por qué Aníbal tardaría tanto. Desaprovechó el factor sorpresa.
ResponderEliminarLo que no tenía ni idea es qué fue de su vida posteriormente.
Saludos
Hola me gusto mucho tu narrativa de lo ocurrido con Anibal, y creo si tiene su lugar guardado para la posteridad, solo me gustaria recomendarles la trilogia de libros de Santiago Posteguillo (Africanus, Las Legiones malditas y La Traición de Roma), que tratan sobre su lucha entera, y los generales Romanos que dieron la cara en aquel entonces. A mi parecer una vez que las empienzas no las dejas hasta que las terminas. Muchas gracias por su imagen del busto de Anibal.
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