Páginas

13 de julio de 2011

El desastre de la Contra Armada inglesa

Como sabemos, la Armada Invencible fue la gran flota de invasión con la que España esperaba conquistar Inglaterra en 1588. Inmortalizada en películas, documentales de televisión y flotas enteras de libros de texto, la Armada Invencible es uno de los acontecimientos más famosos de la historia universal.

Pero hubo también una armada inglesa, enviada por Inglaterra para atacar España, y esta segunda armada ha sido borrada casi completamente de la historia. La armada inglesa era mayor que la española, y desde muchos puntos de vista fue un desastre aún mayor. Pero este hecho se pasa por alto completamente. Nunca se menciona en los cursos de historia que se imparten en las escuelas británicas, y la mayoría de los profesores de historia ingleses no han oído nunca hablar de ello.

La Armada inglesa contra España estaba formada por 180 naves (en comparación con las 130 de la Armada Invencible) y duró desde el 18 de abril al 2 de julio de 1589. Aunque estaba dirigida por el marino más famoso del siglo XVI, sir Francis Drake, la empresa estuvo caracterizada por los problemas, que fueron la enfermedad y la deserción, la indisciplina y la incompetencia.

La Armada atacó La Coruña y Vigo en España, y Peniche, Cascaes y los suburbios de Lisboa en Portugal, regido entonces por España. No hubo ninguna victoria digna de mención, pero cuando la flota retornó a Inglaterra a primeros de julio de 1589, más de la mitad de sus tropas había muerto. La enfermedad fue uno de los asesinos más importantes. En La Coruña las tropas entraron en un almacén y robaron ropa que había pertenecido a los hombres de la Armada española del año anterior y que estaba contaminada de enfermedades. Un oficial inglés informó más tarde de que «nuestras enfermedades habían sido provocadas en parte por los vientos cálidos, pero sobre todo por la ropa y los equipajes viejos».

Francis Drake
Las deserciones fueron la causa de la pérdida de 3.000 hombres por lo menos, mientras que la incompetencia de Drake y sus generales debilitó a las tropas y costó muchas vidas. Los generales, por negligencia, no llevaron suficientes carros para el equipaje en la expedición, de forma que los soldados tuvieron que cargar con las municiones. Hubo escasez de comida, de médicos y de oficiales con experiencia.

La indisciplina era endémica desde la cúpula hasta la base. El propio Drake desobedeció deliberadamente las instrucciones de Isabel I de destrozar la flota española amarrada en Santander, en la costa norte de España, y en su lugar lanzó una serie de invasiones a lo largo de la costa occidental española y portuguesa. Drake, sus almirantes, y los que les respaldaban económicamente desde Inglaterra, estaban más interesados en intentar liberar Portugal con la esperanza de obtener concesiones comerciales de una monarquía portuguesa restablecida. El espionaje militar de la fuerza de invasión era tan deficiente que cuando el almirante inglés se aproximó a Lisboa descubrió que las murallas de la ciudad «eran muy altas y fuertes, contrariamente a lo que se le había dicho». La corrupción también era endémica, y los soldados y marinos desfalcaron las dos terceras partes de las mercancías incautadas en España.

Los sucesos de la Armada inglesa, en la que Isabel I invirtió 20.000£ y muchos de sus mejores barcos, culminaron en la ignominia en Londres en julio de 1589. Los participantes en la empresa fueron proscritos de la Corte por miedo a que introdujeran enfermedades y «los marineros y otros individuos de baja estofa se reunieron de manera amotinada ante el Tesoro Real» para exigir una paga más alta.

En total, el desastre costó la vida de 8.000 marineros y soldados ingleses.


Fuente:
ABC  (Enviado por Jose A. Planillo)

4 comentarios:

  1. Interesante reflexión de un hecho curiosamente "desaparecido" de las memorias históricas.
    ¿Olvido o a propósito?
    Muy buena entrada, la Edad moderna con sus flotas y sus navegaciones nunca nos deja indiferentes.

    ¡Un saludo!

    ResponderEliminar
  2. Sí, era muy corriente que la propia reina, Isabel I, contribuyera económicamente en las expediciones, llevando un porcentaje en los beneficios de la rapiña obtenida, ésta objetivo muy fundamental en la organización de estas singladuras. Un saludo.

    ResponderEliminar
  3. No se da publicidad a lo que no interesa. Un desastre para los ingleses y una manipulación histórica a través del silencio.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  4. Desde que leyendo un libro de Henry Kamen, un hispanista británico, omite la victoria de Blas de Lezo en Cartagena de Indias, dando un gran paliza a los británicos, me lo creo todo. De todas formas algo de culpa tendremnos al no saber autovalorarnos. ¿Por qué no se dice esto en los libros de historia y sí el saqueo de Cádiz hasta la saciedad? Hasta Cervantes lo inmortalizó en su noela ejemplar La española inglesa. Solo se menta la defensa de María Pitas en el asalto a La Coruña.
    Saludos.

    ResponderEliminar

Gracias por tu comentario.