Ileisaveta Petrovna ascendió al trono ruso en 1741 y se hizo identificar como la madre misericordiosa del pueblo. Notable por sus excesos y desenfrenada lujuria, se rodeaba de una docena de apuestos amantes a los que exigía completa fidelidad.
Uno de ellos la engañó con otra mujer e Isabel de Rusia decidió darle un castigo ejemplar. Lo obligó a casarse con una enana deforme, y exigió que la pareja pasara la noche de bodas en una habitación hecha de hielo. A la mañana siguiente los encontró en el lecho amoratados por el frío. La zarina ordenó que a su rival le cortaran las orejas y la nariz, luego dispuso que a él lo condujeran a pie a la lejana Siberia, donde pasó el resto de sus días.
Señora de una de las cortes más fastuosas de la historia, Isabel de Rusia contaba con 15.000 trajes de gala, y otros tantos pares de zapatos y medias de seda. Aquejada de demencia, en los últimos meses de su vida se negó a tomar medicamentos y ordenó castigar con azotes a quien se atreviera a pronunciar frente a ella la palabra ‘muerte’. Sin embargo, no logró conjurar su destino y falleció a la edad de 52 años.
Fuente:
Planeta Curioso
Le estuvo bien empleado por bruja.
ResponderEliminarUn saludo.
Si lo cierto es que era un poquito déspota pero también tuvo algunos aciertos como gobernante, entre ellos la abolición de la pena de muerte (1744).
ResponderEliminarUn saludo.
Madame, qué buena anecdota. Me fascina esta mujer. Ya sé que la mayoría de la gente prefiere a Catalina II, pero yo tengo cierta debilidad por Isabel, aunque la señora se las traía tambien, jiji.
ResponderEliminarBuenas noches
Bisous