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21 de septiembre de 2010

La Gestapo en España

Uno de los capítulos más significativos de la colaboración de España con Alemania durante la Segunda Guerra Mundial tuvo como ámbito las relaciones entre la Dirección General de Seguridad (DGS) y la temible Gestapo, la policía política del régimen nazi. Aunque la coordinación entre las policías española y alemana empezó a gestarse en 1928 tras la firma de un acuerdo de cooperación, la colaboración más estrecha tuvo lugar diez años después, a partir de la firma del convenio policial establecido entre Himmler y Martínez Anido en 1938.
La Guerra Civil Española, debido a la participación de comunistas y socialistas alemanes en las Brigadas Internacionales, se convirtió en un fértil escenario para llevar a cabo un trabajo conjunto. Para Berlín era de especial relevancia conseguir una rápida repatriación a Alemania de los brigadistas capturados por las tropas de Franco. Este tipo de extradiciones irregulares, sin intervención judicial alguna, se siguió practicando con toda impunidad hasta la llegada al Ministerio de Asuntos Exteriores de Gómez Jordana en 1942. El gobierno español por su parte no solicitó más que en muy contadas ocasiones la extradición de republicanos españoles refugiados en Francia y capturados por los alemanes, desentendiéndose en general de la suerte del resto.

Martínez Anido
En octubre de 1940 tras su sonada visita a España, Himmler llegó a un acuerdo verbal con Mayalde, director general de Seguridad, apoyado en Exteriores por el ministro Serrano Suñer, que permitió el establecimiento en la embajada alemana en Madrid de un agregado de policía, es decir de la Gestapo, y de delegados del SD en los principales consulados alemanes de la península. España destacó en Berlín su correspondiente agregado policial, desarrollando labores de vigilancia de los trabajadores españoles en Alemania, y de cualquier grupo de oposición al régimen de Franco que allí se hubiera instalado, principalmente falangistas hedillistas.

La colaboración entre la policía española y alemana empezó a fraguarse durante la Guerra Civil, enmarcándose en la lucha común de los gobiernos de Franco y Hitler contra lo que el lenguaje policial de la época denominaba de una forma global como "enemigos del Estado": comunistas, socialistas, anarquistas y masones. A las pocas semanas de formarse la Legión Cóndor, en noviembre de 1936, una serie de funcionarios de la policía general y de la Gestapo fueron destinados a España a la sombra de esta unidad, como miembros de una Policía militar secreta con una misión muy específica: informar sobre la participación de alemanes en las filas republicanas. A partir de 1938 se consideró necesario que este servicio pasara a operar desde la embajada alemana ante Franco, como una delegación de la policía, en lugar de continuar como una mera dependencia de la Legión Cóndor.

Himmler
Por otro lado, Heinrich Himmler, que en junio de 1936 había sido nombrado Reichsführer SS y jefe de la policía en toda Alemania, en 1938 buscaba llegar a una serie de acuerdos policiales con los países europeos anticomunistas para estrechar el cerco a toda forma de oposición política al nazismo.


Fuente:
La guerra secreta de Franco (1939-1945) - Manuel Ros Agudo

2 comentarios:

  1. Dios los cría y ellos se juntan. Los fascistas de diverso pelaje veían enemigos por todas partes: auténtica psicosis.
    Un saludo.

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  2. espero que no se vuelva a repetir esta historia. Aunque en pleno siglo XXI tenemos paises que ya sufren de las consecuencia de estos desalmados.

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