Páginas

23 de febrero de 2010

Castillo de Trujillo

El castillo de Trujillo (Cáceres) fue construido por los árabes en la segunda mitad del siglo IX, en la zona más elevada del cerro rocoso denominado "Cabezo de Zorro". Desde sus murallas se domina toda la llanura de la tierra trujillana. Es un recinto hermético, rodeado por la cerca de murallas en un perímetro de 900 metros y el hecho de estar situado en lo más elevado de un terreno escarpado, lo hace inaccesible al ataque. Es un castillo hermético sin ventanas y con escasas saeteras. Está en relación íntima con la Alcazaba (conocida como Conventual) de Mérida, la fortificación islámica más antigua fechada en España (835 d.C.) El castillo fue construido con aparejo de sillares reaprovechados de construcciones romanas, alternando en sus muros y en sus veinte torres la mampostería. Esta reutilización de sillares romanos es fundamental para establecer la cimentación a cota militar, dispuestos en hiladas calzadas de trozos de ladrillos y de lajas fragmentadas de pizarra. Modo de construcción típico en otras alcazabas de la misma época en Mérida, Gormaz y Agreda en España; y el de Qasr Harani en Palestina. El castillo consta de dos partes: el Patio de Armas y la Albacara. La planta del castillo se nos ofrece así con dos grandes recintos geométricos adyacentes. Uno es el Patio de Armas, que se inscribe en un cuadrángulo levemente irregular de 52 m. S x 56,80 E. x 56 N. x 56,20 W., y el otro, conocido como Albacara, forma en planta un hexágono de 92 x 90,40 m. El acceso al primer recinto se realiza por una puerta que se abre en arco de herradura al mediodía, defendida por dos torres albarranas, esta puerta fue reformada en el siglo XVI, cuando el Concejo ordenó el 21 de abril de 1531 que entre las torres de la fortaleza se construyera una bóveda para colocar una imagen de granito que representara la Virgen de la Victoria. En el año 1952 el arquitecto restaurador D. José González Valcárcel, hizo un suplemento hacia el N. con el fin de levantar un cuerpo de edificación para construir un camarín a la Virgen. Por tanto, el lado N. de la puerta que actualmente se ve es falso y reciente, debiendo aceptarse sólo como auténtico el existente en el exterior, descubierto al retirar el antiguo camarín de la Virgen que se encontraba entre los dos cubos y detrás de la barbacana cristiana, destruída también al abrirse de nuevo la puerta. Con respecto a esta debemos hacer notar que en lo referente a su disposición los paralelos orientales son claros, como ocurre en Qasr Haraneh, Qasr al - Tuba Hirbat al mafyar y Qasr al - Hayr Al-Garbi paralelos que no se reducen a la puerta sino que atañen también al esquema de la planta de este primer recinto y otros aspectos. En el rincón N.E. del Patio de Armas se encuentran dos aljibes, sobreelevados respecto al suelo actual. Uno de ellos tiene planta regular y es geminado, con las claraboyas superiores como único modo de acceso. Está cubierto por bóveda de medio cañón, comunicándose de un lado al otro por dos arcos de medio punto apoyados en una columna. La longitud es de 9 m. y la anchura de cada nave es de 2,40 y 2,20m. La obra es de ladrillo y piedra. Las claraboyas carecen de derrame interior o exterior. El otro aljibe es de planta irregular, aprovechando el espacio que hay entre el exterior del aljibe citado y los muros N. y W. del interior del recinto principal. Tiene escalera de acceso desde el exterior, que da a un andén. Está dividido en ocho cámaras distribuidas en forma de "L", siendo las dos últimas de planta cuadrangular irregular. Cada uno de los compartimentos se comunica con el otro mediante un arco de medio punto de 2,10 m. de altura, con estribos para reforzar las paredes contra el empuje del agua. La longitud total del brazo más largo de este aljibe es de 12,50 m. y la del más corto es 11,50 m. de medida desde el quiebro. Las dimensiones del segundo aljibe son de 3,05 y 5,25 m. y las del tercer cuerpo son de 2,80 y 4,50 m. El último, separado por una nervadura en bóveda, tiene 6 m. de longitud y 2 m. de anchura en la nervadura. Por el lado de levante está la Albacara, que prolonga el conjunto macizo del castillo en forma de planta de hexágono irregular, por las características constructivas este espacio se adosó veinte años después al Patrio de Armas. En su interior se encuentra una pequeña ermita del siglo XVI dedicada a San Pablo para conmemorar el día que se reconquistó Trujillo, el 25 de enero de 1232, día de la conversión del santo. Junto a la ermita hay un pozo con brocal de piedra, para suministrar agua a los animales. La palabra "albacara" (del ár. Al-baqqara, la vaquería) define a un recinto murado en la parte exterior de una fortaleza, con entrada en la plaza y salida al campo, y en el cual se solía guardar ganado vacuno. Este edificio castrense se utilizó para albergue de la guarnición y se dedicó a los distintos servicios de mantenimiento de la tropa y almacén, por eso no existen dependencias, pues se realizarían con materiales más perecederos que la piedra. La Albacara está rodeada, en parte, por una barbacana de época cristiana. Realmente las fuentes árabes existentes sobre Trujillo son pocas y parcas. Sabemos que en el 881 hay una incursión de Alfonso III contra los Nafza, que ocupaban la zona, que en el 317 Héjira/929-30 d. C. se nombra gobernador militar de Trujillo a Ahmad Ibn Sakan. Ibn Jaldun la cita al igual que Al Idrisi y al Himyari y entre las crónicas cristianas que lo citan está la Primera Crónica General de Alfonso el Sabio y los Anales Toledanos II, que citan su Reconquista en 1232. Estos datos históricos avalan una fecha de construcción del castillo en la segunda mitad del siglo IX, posterior al modelo emeritense. Las torres albarranas son contemporáneas al resto de las obras, ya que estuvieron unidas con los cubos del castillo mediante arcos de los cuales quedan hoy restos del lugar de sus engarjes que se corresponden de lado a lado, y que son exactos a los exisntentes en la Alcazaba de Mérida, no solo en obra sino también en similitud de dimensiones y de aparejo. El castillo de Trujillo en tiempos de Pedro I fue elegido para que el tesorero del rey, el judío Samuel Leví, guardase las riquezas de la Corona, porque se la consideraba una de las fortalezas más seguras del reino. Aquí se refugió Juana "la Beltraneja" en su disputa con la reina Isabel I en una época de agitación familiar y social. Una vez entregado el castillo a la reina Católica, Juana tuvo que salir huyendo hacia Plasencia, donde se casó con Alfonso V de Portugal. Este recinto fortificado es muy visitado diariamente, aquí se venera la imagen de Ntra. Sra. de la Victoria, Patrona de la Ciudad. El concejo acordó desde 1531 que la imagen que en dicho año ejecutara el cantero Diego Durán, se colocase entre las dos torres del castillo, cumpliendo así con la venerable leyenda según la cual la Virgen se apareció con el Niño en sus brazos entre dos torres de la muralla, gracias a ella se reconquistó la ciudadela. Así se representa en el escudo de la Ciudad. En la ermita de la Virgen, la Hermandad de la Virgen de la Victoria con motivo de la celebración de sus Bodas de Oro, colocó un mosaico de azulejos relatando este acontecimiento histórico tan importante para Trujillo. Fuente consultada: José Antonio Ramos Rubio, cronista oficial de Trujillo y Doctor en Historia del Arte

6 comentarios:

  1. Interesante post sobre el castillo trujillano, que domina la ciudad desde la altura en la que se encuentra. La Virgen de la Victoria es bajada todos los años en agosto a la iglesia de san Martín, en la Plaza Mayor de Trujillo, para volver a subir de nuevo en procesión.

    Un saludo

    ResponderEliminar
  2. Ese tengo la suerte de conocerlo. Trujillo es un lugar que me fascina. La verdad que ya tengo ganas de volver. A ver cuando es posible.

    Buenas noches, madame

    Bisous

    ResponderEliminar
  3. Me fascinan los castillos, este no tenía el gusto de conocerlo, el último que visité fue el de Cardona.

    ResponderEliminar
  4. Los árabes dejaron huella en España. Lástima que las teocracias musulmanas de hoy día están retrocediendo a la
    Edad Media

    ResponderEliminar
  5. Los árabes dejaron huella en España. Lástima que las teocracias musulmanas de hoy día están retrocediendo a la
    Edad Media

    ResponderEliminar
  6. Mi abuela nació en un pueblo cerca de Trujillo y todos los veranos veo este preciosísimo castillo.

    ResponderEliminar

Gracias por tu comentario.