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30 de noviembre de 2009

El arte de la arquitectura tradicional china

La arquitectura china se caracteriza por distribuir el espacio en unidades rectangulares que se unen para formar un todo. La forma rectangular también fue empleada en los templos griegos, pero el efecto era de austeridad. El estilo chino, por el contrario, combina rectángulos de diferentes tamaños y en diferentes posiciones de acuerdo con la importancia de la organización del conjunto. Se distinguen claramente los distintos niveles y elementos. El resultado es un aspecto exterior impresionante, pero al mismo tiempo dinámico y misterioso. En la arquitectura tradicional china, la distribución de las unidades espaciales se rige por los principios de equilibrio y simetría. El eje constituye la estructura principal. Las estructuras secundarias se sitúan a ambos lados del eje formando el patio central y las habitaciones principales. Tanto las viviendas como los edificios oficiales, templos y palacios se ajustan a este principio fundamental. En la distribución del espacio interior se reflejan los valores éticos y sociales de los chinos. En las viviendas tradicionales, por ejemplo, las habitaciones se asignan según la posición de cada persona en la jerarquía familiar. La cabeza de familia ocupa el cuarto principal, los miembros de mayor edad de la familia de éste viven en la parte de atrás y los más jóvenes, en las alas izquierda y derecha; los más mayores en la izquierda y los más jóvenes en la derecha. La arquitectura china se caracteriza también por el uso de una estructura de vigas y pilares de madera y un muro de adobe que rodea tres de los costados del edificio. La puerta y las ventanas principales se sitúan en el frente. Los chinos llevan usando la madera como uno de sus principales materiales de construcción desde hace miles de años. La madera representa la vida y ésta es la principal idea que la cultura china, en sus múltiples manifestaciones, trata de comunicar. Esta característica ha llegado hasta nuestros días. Estas edificaciones tradicionales de forma rectangular se dividen en habitaciones conforme a la estructura de las vigas y pilares de madera. Para poder rematar la construcción con un amplio tejado voladizo, los chinos inventaron un tipo especial de soporte denominado tou-kung, que se eleva nivel por nivel desde cada uno de los pilares. Dichos soportes tienen la función tanto constructiva como ornamental, con una forma atractiva y muy característica. Este estilo arquitectónico pasó posteriormente a Japón y Corea. El uso de la madera dio lugar a ciertos rasgos arquitectónicos característicos. En primer lugar, la anchura y profundidad del espacio interior vienen determinadas por la estructura de madera. En segundo lugar, se desarrollaron técnicas de lacado con el fin de conservarla. Estos lacados de colores vivos y brillantes se convirtieron en uno de los rasgos propios de la arquitectura tradicional china. Por último, existe la técnica de elevar la estructura sobre una plataforma a fin de evitar daños provocados por la humedad. La altura de la plataforma depende de la importancia del edificio. Una plataforma elevada añade fuerza, sofisticación y elegancia a los grandes edificios. Los murales policromados que aparecen en los edificios tradicionales, con su amplia variedad de motivos y temas, tienen un valor a la vez decorativo y simbólico. En ellos encontramos representados dragones, aves fénix, mitos, paisajes, motivos florales, pájaros,etc. Es de destacar el desarrollo que adquiere la talla en madera en la China meridional, especialmente en Taiwan. Estas esculturas, junto con los murales, constituyen una elegante y agradable decoración. Los tejados suelen ser a dos aguas en las casas tradicionales del sur de China, incluido Taiwan, su divisoria se adorna con cerámica, rompiendo así la continuidad de líneas de los edificios. La típica curva de los tejados chinos, tan admirada por muchos visitantes, simboliza el espíritu de la cultura china. Mientras que el resto del edificio es relativamente sencillo, el tejado introduce un elemento de sorpresa por medio de sus aleros levantados y divisoria curvada. Este rasgo se corresponde con el paralelismo entre las líneas de la arquitectura tradicional china y los trazos de su caligrafía. Desde la dinastía Han (206 a. de C.-220 d. de C.), la pintura y la decoración chinas han tendido al empleo de formas curvas, dinámicas, sueltas. Uno de los principios máximos del arte chino consiste en comunicar el "ritmo vital" (ch'i yün) a la obra de arte. En los templos chinos encontramos una amplia gama de estilos arquitectónicos. Las religiones a las que se hallan consagrados estos templos son, fundamentalmente, budismo, taoísmo y religiones ancestrales y tradicionales; pero todos ellos comparten una misma estructura. Debido a la rica tradición religiosa popular de Taiwan, encontramos multitud de templos en la isla. Este es uno de sus rasgos culturales más destacados. Un cálculo moderado del número de templos podría darnos una cifra de 5.000, muchos de ellos con valor arquitectónico. entre las muestras más famosas y llamativas de la arquitectura religiosa tradicional tenemos los templos de Lungshan y Tienhou en Lukang, el templo de Lungshan en Taipei y el de Chaotien en Peikang. El templo de Lungshan de la ciudad de Lukang destaca por su larga historia y su elevado valor artístico. (Fuente consultada: Antropos)

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