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14 de octubre de 2009

La medicina en la Prehistoria

Ningún documento han descubierto arqueólogos y paleontólogos sobre el primer individuo que, en los albores de la raza humana, ejerció las funciones de la más primitiva medicina. Sin embargo, podemos intentar una especie de viaje en el tiempo para ver la escena cincuenta o cien mil años atrás. Imaginemos que por una pradera africana, en el territorio de lo que hoy es Tanzania, un grupo de bípedos definidamente humanos marcha a paso vivo bajo el sol. Persiguen quizás una pieza de caza, y en la excitación del momento uno de ellos no advierte el gran zanjón que corta la ruta de sus pasos; en un instante se produce el accidente, la ruidosa caída, y luego el lamento de dolor que se acentúa cuando la víctima pretende mover su extremidad superior, en la cual ha aparecido un sitio donde los huesos se mueven. La reacción del grupo es ya, también, definidamente humana. Se reúnen alrededor del accidentado, lo ayudan a salir de la zanja y comentan excitados el suceso. Y de pronto, uno de ellos comprende mejor la relación entre el nuevo sitio móvil y el dolor; comprueba en su propio antebrazo la anormal diferencia y, en gesto casi espontáneo pero íntimamente meditado, inmoviliza el miembro lastimado con algunas ramas rectas y lianas apresuradamente recogidas en los alrededores. Como resultaso, los ojos de sus gentes se volverán hacia él la próxima vez que una herida o un dolor los atormenten. Aunque no hay documento que avale esta escena, algo así debió ocurrir para iniciar el quehacer médico en la historia de la humanidad. Al enfrentar accidentes, fracturas y heridas, el médico primitivo va refinando su habilidad para encontrar y usar objetos que alivien el dolor. Se irá conformando así la porción empírica de la medicina, que en algunos países (Egipto, India) tendrá siglos más tarde complejidad casi increíble. Pero al considerar el fenómeno de la enfermedad, el médico primitivo debe sin duda reflexionar con la lógica que se desprende de analizar otras realidades de su vida diaria. Tendrá que recordar la horrísona conmoción del trueno, la violencia del rayo, el caer de la lluvia, la caricia del viento... y deberá admitir que alrededor suyo, invisibles pero tantas veces evidentes, hay seres no humanos de muy grandes poderes y conducta impredecible. Espíritus, los bautizará al principio, y luego los caracterizará como dioses o demonios y les dará representación corporal. Así, la primera etapa del pensamiento médico atribuye a la enfermedad causa sobrenatural, y la medicina que con tal base se ejerce es llamada "mágica" o "pretécnica". Para el hombre primitivo no todos los espíritus son iguales, y cada uno tiene capacidad de producir determinadas enfermedades. Nuestro remoto antepasado intenta adivinar por algunas señales exteriores la identidad de quien causa la enfermedad. Pero más urgente que el diagnóstico preciso, es, para el médico, la instauración de un tratamiento. Y lo primero que se le ocurre es acudir a la palabra hablada, intentar convencer al espíritu agresor para que cese su ataque. Y a veces tiene éxito, por lo que poco a poco la fórmula adquiere condición de invocación estable. Pero en muchas ocasiones la enfermedad persiste, y el médico se ve forzado a intentar un último recurso: introducir en el cuerpo del enfermo algo que repugne al huésped indeseable y así lo fuerce a desaparecer. De la naturaleza que lo rodea recogerá para el efecto bayas y hojas amargas, o sustancias en descomposición; las hará tragar a la víctima, y al observar los efectos que tales sustancias producen pasarán al catálogo de los remedios empíricos o harán carrera como medicamentos mágicos. Las infecciones debieron afligir a nuestros remotos antepasados con singular violencia. Se han encontrado fósiles con signos evidentes de osteomielitis y no es aventurado suponer que el ataque de los microbios debió afectar a las vísceras. En las cuevas de Lascaux a parece una imagen que se cree representa uno de los médicos brujos de hace quizás 15.000 años. (Fuente consultada: Lecciones de historia de la medicina - Juan Mendoza-Vega)

8 comentarios:

  1. Leo entusiasmado estas entradas sobre la historia del hombre. Gracias. Un saludo.

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  2. Ay, madame, que complicado debia de ser ejercer la medicina cuando encima estaba mezclada con la magia.
    No debian de dar una. Claro, no es sorprendente que la esperanza de vida fuera tan escasa. Menos mal que algo hemos avanzado, y por lo menos ya no consultan a los espiritus antes de una operacion. Se los imagina danzando y agitando sonajeros alrededor del quirofano?

    Buenas noches, madame

    Bisous

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  3. Debían sufrir unos dolores espantosos, y encima el primer intento consistía en hablar por las buenas con los espíritus a ver si se iban...

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  4. oye, has leido la saga de "el clan del oso Cavernario" de Jean m. Auel?, ahi plantea la teoría de 2 tipos de medicina antigua en la epoca de el encuentro entre cro-magnones y neandhertales, además de que es emocionantisima, son 5 libros y en todos surgen datos fruto de investigaciones antropologicas muy detalladas pero vueltas novela, te lo recomiendo ;)

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  5. Estupenda entrada, me ha gustado mucho la recreación.
    Respecto al comentario anterior, precisamente hoy leía con mis alumnos un fragmento del libro citado, les ha gustado mucho.
    Saludos.

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  6. Notlinitlazotla, he leído los cinco. Me encantan.

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  7. Curiosa y original entrada la de hoy.
    Era inevitable en aquellos tiempos la mezcla de medicina, magia, hechicería, curanderismo, conocimientos botánicos... luego, con el paso de los siglos, ya tendrían tiempo de "especializarse" cada uno en sus secretos saberes o habilidades.
    Un saludo.

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  8. Y seguro que con la vida que llevaban cada dos por tres se hacían daño y se rompían algo....

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