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11 de octubre de 2009

Los almogávares y las conquistas de Mallorca, Valencia y Murcia

La conquista de Mallorca fue financiada exclusivamente con los caudales de Cataluña sin que intervinieran para nada los nobles aragoneses. Aquí podemos encontrar el origen de la vinculación idiomática e histórica entre Cataluña y las Islas Baleares. Aragón era tierra interior de campesinos y Cataluña de comerciantes y marinos. La toma de Mallorca, Menorca e Ibiza, nido de piratas y musulmanes, era un proyecto empresarial para facilitar la circulación de productos por el Mediterráneo. Por eso la expedición fue una cruzada mercantil, pensando más en los intereses económicos que en los puramente cristianos. De los puertos de Tarragona, Salou y Cambrils partieron más de 150 embarcaciones de todo tipo y unos 16.000 hombres, entre ellos los temidos 'almogávares', que no temían a nadie ni a nada y que eran el terror de los almohades isleños. Cuenta la historia que estos mercenarios empezaron a reunirse en San Juan de la Peña (Huesca) antes de salir a luchar contra los moros, y que aquel terrible ejército, casi invencible, lo formaban hombres altos, fornidos, ligeros, sin amor a la vida y sedientos de batalla. Alcanzaron tantos éxitos en sus enfrentamientos que incluso se les sumaron gentes del pueblo musulmán. Durante el reinado de Jaime I encontraron el ambiente propicio para desarrollar toda su furia bélica contra los almohades, pero al finalizar las conquistas fijadas por los límites del Reino de Aragón, empezaron a ser un serio problema para la Corona. Afortunadamente la solución la encontró Pedro el Grande, hijo de Jaime I, en las guerras de expansión por el Mediterráneo. A principios del siglo XIV unos 3.000 hombres declararon la guerra al Imperio Bizantino, y tras el asesinato de su líder y caballero templario Roger de Flor, iniciaron una desafiante revancha contra uno de los imperios más poderosos de la época, el turco. Su decadencia empezó a finales del siglo XIV cuando sus miembros se integraron en la sociedad civil como unos ciudadanos más.
Almogávar
La toma de Mallorca (Mayurca Medina) finalizó en 1232 y se completó en 1235 con la conquista de Ibiza y otras plazas menores. Al mismo tiempo se había iniciado la empresa más difícil de todas: la conquista de Valencia que también mereció un gran esfuerzo de hombres, bienes, provisiones de boca y dineros. Esta vez sí participaron los nobles y ricos hombres de Aragón porque consideraron que Valencia les pertenecía y, además, se trataba de una oportunidad única de alcanzar el mar. La conquista se prolongó mucho tiempo, de 1233 hasta 1245, trece años de peleas y acuerdos en un avance lento desde Castellón hasta Alicante. Templarios y almogávares hacían el trabajo sucio, las incursiones y la toma de emplazamientos menores pero estratégicos para seguir con el avance. En 1238 se rindió la capital valenciana después de un cerco de varios meses. Luego fueron conquistados otros lugares de gran valor como Alcira, Játiva y especialmente Biar, que marcaba la línea divisoria entre Castilla y Aragón. En 1265, Jaime I conquistó el reino de Murcia a petición de su yerno, soberano de Castilla, incapaz de sofocar las revueltas musulmanas, y se lo cedió sin intereses. Con este gesto Jaime I demostró ser un caballero templario, un hombre de palabra y fiel a sus compromisos. Por todas estas hazañas, recibió el sobrenombre de 'Conquistador'. Pero hay quien señala que no le hubiera ido mal el mote de 'Perdedor' por la renuncia que hizo de las tierras de Languedoc y Provenza a favor de San Luis, rey de Francia. Es decir, los territorios situados al nordeste de los Pirineos (Carcassonne, Narbona, Montpellier).
Jaime I
(Fuente consultada: Apodos reales: historia y leyenda de los motes regios. - Javier Leralta)

2 comentarios:

  1. Una gran aventura la de los Almogavares contra Bizancio.
    Saludos

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  2. Roger de Flor, interesante caballero el que mencionan hoy, madame, igual que estos almogavares que no temian a nadie ni a nada.

    Buenas noches

    Bisous

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