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29 de mayo de 2009
El fuego griego
El 'fuego griego' era un arma empleada por los bizantinos, y su naturaleza sigue siendo tan misteriosa hoy como lo fue en el siglo VII, cuando se utilizó por vez primera.
Fue fundamental en la defensa de Constantinopla ante las invasiones de la flota musulmana, ocurridas en los años 678 y 718.
El velo de secretismo que rodeó el arma fue tal, que con el paso del tiempo los propios bizantinos llegaron a olvidar cómo se producía.
Las armas incendiarias no eran nada nuevo en las guerras mediterráneas. La nafta, un destilado del petróleo, era conocida desde el siglo IV a.C. En el combate tanto por tierra como por mar, se ha utilizado petróleo, azufre y resina desde principios de la era cristiana. Pero el fuego griego era más insidioso. Se proyectaba contra las fuerzas enemigas a modo de lanzallamas.
Autores de la época mencionan frecuentemente la mezcla, que es disparada a través de tubos montados en las proas de los barcos bizantinos. Al igual que el napalm moderno, el fuego prendía en cualquier cosa que encontrase a su paso y no podía apagarse con agua.
El historiador bizantino Teofanes atribuye el desarrollo del fuego griego a un sirio llamado Calinicus. Hoy en día, aún no se sabe su composición química ni cómo se enciende exactamente. Pudo haber sido una mezcla de destilados del petróleo reforzada con resinas y azufre; esto habría impedido que se pudiera extinguir rápidamente y podría explicar su resistencia al agua.
Una crónica del siglo VIII, habla de los escudos de hierro que utilizaban para protegerse los hombres que operaban con el "lanzallamas", así como del ruido atronador que emitía el arma. Este ruido ha llevado a algunos a especular con que los bizantinos podrían haber conocido la pólvora, pero esto no es en absoluto cierto. La naturaleza exacta del arma era un secreto de estado, conocido solo por un pequeño grupo perteneciente a la élite bizantina.
Los malos resultados de la marina de guerra bizantina en los años posteriores a la defensa de Constantinopla del 718, indican que el secreto del fuego griego se perdió.
El término "fuego griego" fue acuñado por los cruzados de Europa Occidental en el siglo XIII, mucho tiempo después de que se perdiera el método para producir el arma en su forma original.
Los bizantinos denominaban a su arma "fuego marino", "fuego líquido", "fuego preparado" o "fuego artificial".
A pesar de su naturaleza y de su uso limitado, el fuego griego es un buen ejemplo de cómo un arma puede alterar el equilibrio del poder, y cambiar el curso de la historia.
Que interesante, madame. Me tiene intrigada este asunto. Es lastima que se haya perdido el fuego griego, pero no pierdo la esperanza de que algun dia tal vez aparezca algun manuscrito perdido con el secreto.
ResponderEliminarFeliz fin de semana
Bisous
...y de como un secreto demasiado bien guardado acaba volviéndose contra uno. Interesante entrada.
ResponderEliminarDame Masquée, quién sabe, cosas más antiguas han encontrado.
ResponderEliminarXibeliuss, pues sí, mucho secreto pero al final de poco les sirvió.
ASí pues, ¿puede considerarse el inicio del moderno lanzallamas, aunque sea diferente su composición y funcionamiento? No sé mucho sobre el tema, gracias por la información.
ResponderEliminarUn arma capaz de conquistar imperios, sin lugar a dudas. La verdad es que debía ser letal para barcos hechos totalmente de madera.
ResponderEliminarQuién sabe cuántos conocimientos de la Edad Antigua se han perdido a lo largo de la Historia. Seguro que nos soprenderíamos.
Besos
Increíble que aun no se sepa cómo lo hacían, no? No sabía nada de este tema y es muy curioso... No me imagino un lanzallamas en esa época!
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