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17 de febrero de 2009
Comer y beber en la Antigua Mesopotamia
En el tercer milenio a.C los habitantes de Mesopotamia disponían de un buen número de alimentos. Elaboraban, por ejemplo, hasta una veintena de variedades de queso, y confeccionaban la nada despreciable cifra de casi 300 clases de pan. Una de estas variedades era la trota, elaborada con una delgada masa que se adhería a las paredes del horno y se cocía al gusto del consumidor; esta masa podía mezclarse con aceite, leche o cerveza, con lo que se obtenían distintos sabores. Los panes también se aromatizaban con especias e incluso se rellenaban.
Los antiguos mesopotámicos dispusieron de un gran surtido de sopas y quizá produjeron los primeros embutidos, como sugiere una tablilla en la que se menciona un relleno de intestino, posiblemente a base de carne. En Mesopotamia se consumía carne de vacuno, cerdo, cabra, oveja y aves de caza, generalmente condimentada con hierbas aromáticas o picantes para darle más sabor.
Alrededor del año 2000 a.C., la dieta mesopotámica se enriqueció con el consumo de pescados marinos y de río a los que se añadieron moluscos y crustáceos. En cuanto a las hortalizas, la principal era la cebolla, seguida por los puerros y los ajos, considerados desparasitarios. También se han encontrado referencias a pepinos, setas, nabos y raíces. En cuanto a las frutas, se comían uvas, manzanas, peras y granadas.
El caluroso clima de la región obligó a recurrir a procedimientos de conservación que permitían disfrutar de una dieta variada durante todo el año. Carnes y pescados se conservaban en aceite, en salazón o bien desecándolos.
Los sumerios disfrutaron también de la bebida. Los cereales malteados y molidos se tamizaban, se espesaban con agua y tras fermentar daban como resultado diferentes variedades de cerveza, una de las cuales se elaboraba a base de dátiles. La cerveza estaba presente en la vida diaria y en todo tipo de ceremonias y rituales.
Las gentes de Mesopotamia cocinaban al vapor, al horno y a la brasa, todo ello bajo la dirección de cocineros que gozaban de prestigio social.
Me ha gustado mucho el tema que habéis desarrollado ya que me ha instruído acerca de hábitos culinarios que descococía
ResponderEliminarOs saluda
Guiomar de Ulloa
Un día si quieres te enseño a hacer queso con sabores, jejeje
ResponderEliminarGracias Mac, pero a mi me sacas del manchego y del emmental para los macarrones y como que no... jajaja
ResponderEliminarHace poco leí en la revista Historia del National Geographic un reportaje que precisamente hablaba de este mismo tema...
ResponderEliminarAl ser una enamorada de Mesopotamia me resultó muy interesante...
Saludos.
Sí Mar, este post es un resumen de aquel reportaje. Es interesante, por eso lo he puesto.
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